Retención de líquidos: causas y tratamiento

El edema o retención de líquidos tiene causas diversas. En unos casos no pasará de una molestia estética, asociada a una dieta rica en sodio o a picos hormonales, pero unas piernas con retención de líquido pueden ser el aviso de enfermedades más serias. Por ello te recomendamos consultar con tu médico si, de manera repentina, sufres de edemas y persisten

Una vez determinada la causa, se procede al tratamiento de la retención de líquidos en las piernas, donde más se suele notar y causar molestias, o en articulaciones concretas. Estos tratamientos van desde terapias manuales hasta farmacológicas, pero siempre deben estar asociados a un estilo de vida coadyuvante.

¿Qué es la retención de líquidos y sus síntomas?

La retención de líquidos o edema se produce por la acumulación de fluidos líquidos en los tejidos intersticiales, generalmente bajo la piel y alrededor de las venas.

Dependiendo de las causas, la retención de líquidos cursa con unos síntomas u otros, aunque lo general es la inflamación localizada, muchas veces molesta o dolorosa. Cuando afecta a los tobillos y las piernas suelen ser frecuentes la sensación de pesadez y los calambres.

Causas de la retención de líquidos

  • Una dieta con exceso de sodio o pobre en potasio.
  • En ocasiones, la retención de líquidos es consecuencia de cambios hormonales naturales como los que se producen durante el embarazo o con el síndrome premenstrual. En tales casos suele afectar a la zona abdominal y a las piernas, lo que se conoce como edema regional, aunque también puede darse un edema generalizado.
  • Cuando te golpeas o luxas una articulación, es normal que se forme un edema local, doloroso a la presión. A veces este edema se acompaña de derrame.
  • Hay fármacos como los corticoides que suele producir retención de líquidos generalizada.
  • Si pasas muchas horas sentado o de pie, sin variar de postura, puedes sufrir edemas en piernas y tobillos.
  • Quienes presentan celulitis, varices y lipedema tienen mayor tendencia a sufrir las molestias de la retención de líquidos en el tren inferior. La intensidad de estas molestias dependerá del grado de acumulación de líquido, casi siempre linfa, en esos espacios que rodean a las células.
  • Por último, las insuficiencias coronarias, hepáticas o renales también producen edemas característicos. Por este motivo te recomendamos consultar con tu médico, para no considerar benigno lo que podría ser el síntoma de algo serio.

En qué consiste su tratamiento y algunos consejos

Tratamiento nutricional

Cuando presentas retención de líquidos con frecuencia o de manera crónica, debes reducir tu ingesta de sodio. Esto parece sencillo si cocinas en casa, pero en el momento en que utilizas conservas o precocinados verás cómo no es tarea tan fácil, al igual que cuando debes comer fuera de casa.

Para estos factores que no puedes controlar, puede ser recomendable tomar un suplemento de potasio o infusiones diuréticas, siempre previa consulta con tu médico especialista.

Tratamiento manual

Si hay mucho líquido acumulado y las venas no logran movilizarlo como debieran, es lógico pensar en ayudar en esa tarea con masajes. Los masajes de drenaje linfático, bien realizados de manera manual, bien con el uso de aparatos profesionales, aligeran las piernas pesadas y reducen la inflamación localizada.

Pero un masaje dado por un fisioterapeuta también te puede aliviar esas articulaciones con edemas localizados y dolorosos, fruto de un esguince o de una enfermedad inflamatoria. Son masajes diferentes, aplicados a dos tipos de edemas que poco se parecen entre sí.

Tratamiento farmacológico

En los casos en los que existe una insuficiencia coronaria, se suelen prescribir fármacos diuréticos de forma crónica. También pueden ser necesarios con otras enfermedades sistémicas, pero siempre bajo estricto control médico.

Ten presente que si tomas fármacos para aliviar la retención de líquidos, pero no llevas una higiene de vida adecuada puedes no sentir su efecto.

Otros consejos

  • Si tu retención de líquidos tiene causas benignas, puedes intentar aliviarla colocando una almohada bajo los pies mientras descansas recostado o con la ayuda de masajes. La efectividad de los masajes aumenta si empleas algunos macerados o lociones específicas, con propiedades a veces rubefacientes y otras antiinflamatorias. Pregunta a tu fisioterapeuta antes de dejarte influir por publicidad porque los cosméticos que se suelen anunciar son menos efectivos que tratamientos de uso profesional.
  • El frío puede ser un gran aliado cuando sufres retención de líquidos en una articulación con un esguince, para reducir la inflamación, o si sumerges los pies en agua fría al terminar la jornada, en caso de sufrir de tobillos inflamados.  No obstante, el frío puede aumentar tus molestias en casos de artritis. De nuevo, consulta a tu médico o a tu fisioterapeuta.

Se habla de la retención de líquidos como un problema estético cuando lo cierto es que suele ser un síntoma. Una vez que conozcas las causas de la retención de líquidos que sufres, se te prescribirá un tratamiento más o menos riguroso. En todos los casos debes cuidar tu alimentación y puedes ayudarte con masajes, eso sí, realizados de manera correcta. Estos masajes, cuando los lleva a cabo un fisioterapeuta, también tienen utilidad en el alivio del dolor articular.