25 Jul Diferencia entre los símbolos registrado y copyright
En algún momento de nuestra vida laboral o personal, lo más probable es que hayamos visto tanto en soportes impresos como digitales, los principales símbolos relacionados con la propiedad intelectual e industrial ® y ©.
Para aprender a distinguirlos y reconocerlos, necesitamos conocer la diferencia entre los Derechos de Propiedad Intelectual y los Derechos de Propiedad Industrial tanto en su naturaleza como en su alcance.
La ® y los Derechos de Propiedad Industrial
Generalmente, la Propiedad Industrial, protege las creaciones que están relacionadas con la industria como pueden ser inventos, marcas y diseños industriales.
La necesidad de registrar estos intangibles es la de crear derechos de exclusividad asociados a ellos e ir renovándolos ya que son limitados en el tiempo.
La © y los Derechos de Propiedad Intelectual, el más conocido Copyright
Por su parte, la Propiedad Intelectual se encarga de las creaciones en las que se plasma la personalidad del autor siendo únicas y no producidas en serie ni de manera industrial, como, por ejemplo, un disco de música, un cuadro o el código fuente de un ordenador.
Más conocidos como los derechos de autor, nacen con la creación de la obra por lo que no es necesario registrarla para poder ejercerlos, pero es necesario contar con pruebas de autoría lo suficientemente sólidas para poder usarlas en caso de que alguien viole nuestros derechos.
La Convención de Ginebra de 1952 en su artículo II, lo deja bien muy claro Los derechos de autor, al contrario que los de propiedad industrial, son Universales, no territoriales.
En cuanto a la duración, puede variar según el país, aunque oscila entre los 70-100 años desde el fallecimiento del autor o desde la publicación de la obra si esta es de carácter colectivo.
Además, los derechos de autor se diferencian en dos grupos:
- Derechos morales: Referidos sobre todo a ser reconocido y preservar la identidad del autor. Son inalienables.
- Derechos patrimoniales: Referidos sobre todo a la explotación de la obra, reproducciones, difusión, etc. Pueden ser objeto de comercio a través de licencias.